En nuestra mano está evitar la sarcopenia y que mejor manera que con un entrenador personal.
La esperanza de vida cada vez es más alta, según las previsiones especialmente en España (en el año 2040 podría ser el país con más esperanza de vida).
Como entrenador personal me debería alegrar pero que, a la vez me preocupa: cada vez somos más sedentarios y nuestra alimentación es peor, un cóctel que podría hacer sufrir ésta dolencia a la mitad de la población en algún momento de su vida.
¿Qué es la sarcopenia y sus causas?
Son “cambios fisiológicos a nivel de los órganos y sistemas del cuerpo humano.
A nivel del tejido muscular esquelético se produce una pérdida progresiva de masa y fuerza”.
Además, afecta al equilibrio (aumentando el peligro de sufrir caídas, según la OMS la segunda causa de muerte mundial por lesiones accidentales) y a la capacidad de realizar las actividades cotidianas, la llamada independencia funcional.
Un personal trainer es capaz de conformar un programa no sólo para la mejora de la fuerza y musculatura sino también para el equilibrio y la agilidad mental.
Aunque tenemos ésta forma de definir la sarcopenia, existe una clasificación según las causas:
1- Sarcopenia primaria: Es la derivada sólo por el envejecimiento (no hay otras causas evidentes).
2- Sarcopenia secundaria: Puede ser consecuencia del sedentarismo, el reposo en cama y situaciones de ingravidez.
3- Sarcopenia relacionada con enfermedades: Está asociada con un fracaso orgánico avanzado (cardíaca, pulmonar, renal, pulmonar), enfermedades inflamatorias o enfermedades endocrinas.
4- Sarcopenia relacionada con la nutrición: Es consecuencia de una ingesta calórica y/o proteica insuficiente. Puede ser por mala absorción, trastornos digestivos o por uso de medicamentos.
Existe cierta confusión entre la sarcopenia y la dinapenia.
¿Qué es la dinapenia?
Es la pérdida de fuerza y disminución del rendimiento físico cuando se asocia con enfermedades o sarcopenia (cuando no es primaria).
Es cierto que esto ocurre de manera natural pero nuestra forma de vivir podría acelerar el proceso.
Hasta hace poco pensábamos que es normal y lo hemos aceptado como parte de la vejez, pero poco a poco se ha ido descubriendo que es posible atrasarlo y disminuir sus efectos.
A partir de los 50 años la masa muscular disminuye entre un 1% y un 2% al año y la fuerza muscular un 1’5% llegando hasta el 3% a partir de los 60 años.
Diversos cambios que produce la sarcopenia:
- Hormonales (sexuales, de crecimiento…)
- Bioquímicos (interleucinas, miostatina)
- Genéticos (gen de la miostatina, gen de la enzima angioconvertasa).
- Menor actividad física
- Malnutrición
- Comorbilidad
- Reducción en la capacidad de las células nerviosas que envían señales de movimiento del cerebro a los músculos.
Destacar que la Fundación Española de la Nutrición distingue los siguientes factores que pueden conducir a la malnutrición.
Factores fisiológicos y/o cognitivos:
Cambios en las habilidades sensoriales y gustativas.
Menor capacidad para comer de manera independiente
Trastornos gastrointestinales
Patologías pulmonares y cardiovasculares avanzadas
Dietas terapéuticas que restringen el consumo de algunos alimentos
Además de factores psicológicos y sociales como la depresión o el aislamiento social.
¿Cómo se puede tratar la sarcopenia?
1- Realizar ejercicio físico (especialmente entrenamiento de fuerza) con un entrenador personal para:
- Mejorar la fuerza muscular y la estamina.
- Conseguir un mayor balance hormonal.
2- Terapia de reemplazo hormonal (HRT) aunque todavía existen ciertos reparos en la utilización de ésta terapia por sospechas de que aumenta el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer.
3- Algunas investigaciones apuntan a que un consumo adecuado de proteínas disminuye las probabilidades de sufrir sarcopenia.
4- Es posible que deba haber suplementación de calcio y vitamina D
Sufrir Sarcopenia además de los problemas de independencia funcional podría acarrear problemas metabólicos como diabetes de tipo 2, presión sanguínea alta y obesidad.
Éstos problemas vendrían derivados del descenso del nivel de hormona del crecimiento, la testosterona y las “proteínas partícipes en vías anabólicas como la mTOR, lo cual, termina aumentando aún más los efectos adversos ocasionados por la insulina y el cortisol ocasionando mayores daños al organismo”.
Una vez más ponernos en manos de entrenadores personales nos podría ayudar a disminuir estos riesgos en un futuro.
Por eso nuestro programa Sarco Fighters, en forma a los 40, 50 y 60 empieza a partir de los 40 años, aunque por suerte en muchas ocasiones son tales los cambios que después de unos meses en ese programa podemos pasar a otros puesto que si la persona se lo toma realmente en serio llega a coger muy buena forma.
Fuentes sobre la sarcopenia:
http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/falls
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0261561412000362