¿A qué me refiero con la nueva era de la alimentación?
Estaba en la cola del supermercado y detrás de mi había dos mujeres de unos 60 años.
Estaban comentando que ya viene Halloween:
“En nada se llenará todo de máscaras, telas de araña y ¡chucherías!” Comentaba una de las dos con el tono de alguien que no está a gusto con todo lo que lleva esa celebración.
“Yo prefería los rosarios de antes (dulce típico mallorquín que se come durante la fiesta de Todos Los Santos)”
A lo que la otra mujer contestó:
“A mí como mi hija no me deja darle azúcar a los niños, me libro”.
Esa conversación me abrió los ojos, estamos ante un cambio generacional respecto a la alimentación.
¿Por qué me permito afirmarlo de manera tan rotunda?
No sólo son familiares o amigos de mi quinta los que batallan contra abuelos y abuelas sobre la alimentación de los niños. Hay muchos otros padres que hoy en día tienen las mismas disputas, y en el supermercado lo he corroborado.
¿Es la nueva era digital la que ha propiciado éste cambio?
En general nuestros padres de más de 50 años ya no han sido sumergidos en la era digital de la manera que lo serán nuestros hijos, y es posible que la información a la que tenemos acceso casi sin querer, a ellos no les llegue.
Al no ser que la busquen de manera concienciada.
Hoy en día es muy fácil que en tu red social un contacto le dé a Me gusta o comparta una publicación de un dietista-nutricionista sobre alimentación o un entrenador personal hablando de cómo conviene realizar la actividad física.
También seguimos a medios de comunicación en las redes sociales, y no sé si es por el interés que despierta ésta temática hoy en día pero también publican muchos contenidos sobre cómo llevar una vida saludable.
No es culpa de nuestros padres, ellos lo han hecho lo mejor que han podido y sin tener la información que tenemos hoy en día. La manera en la que nos alimentábamos ha cambiado de manera notable en los últimos 150 años debido a:
- Aumento de las calorías ingeridas
- Disminución de calorías gastadas
- Mayor ingesta de grasas saturadas, ácidos grasos Omega 6 y grasas trans.
- Disminución del consumo de ácidos grasos Omega 3
- Disminución del consumo de carbohidratos complejos y de fibra.
Estos cambios en un primer momento corresponderían a la implementación de la agricultura, la ganadería y la revolución industrial.
Más recientemente podríamos decir que los siguientes factores han influido en cómo ha cambiado la alimentación por su volumen o tipo de consumo:
- Los cereales y sus derivados que se han estado consumiendo en la mayoría de los casos en los últimos años son refinados.
Lo que significa que de las tres partes que tiene un grano completo sólo se consume el endospermo, desechando las otras dos partes que son muy interesantes a nivel nutricional: la cáscara y el germen.
- Los azúcares refinados, su consumo es relativamente nuevo (alrededor de 200 años) y actualmente en España los niños consumen un 21% de su ingesta calórica diaria y los adultos un 19% cuando la OMS recomienda no superar el 10%.
- Los aceites vegetales, las mejoras en la producción y el abaratamiento de los aceites de origen vegetal han extendido mucho su consumo, en la industria alimentaria podemos ver que la calidad del aceite que se utiliza no es la óptima.
- El alcohol. La unión europea es la región del mundo en donde más alcohol se consume. Lo que provoca que sea la zona con más muertes relacionadas con este consumo.
Además de estos factores están los sociales y los conductuales, parece que empieza a haber una mayor conciencia de la importancia de nuestras acciones sobre la salud, y lo que es más importante sobre la salud de nuestros hijos.
¿Debemos preocuparnos por la alimentación?
No pasa nada si tienen un cumpleaños y toman dulces, no pasa nada si en Halloween toman algún dulce.
El problema es cuanto su alimentación está basada en azúcar, cereales refinados y grasas de mala calidad sustituyendo el consumo de alimentos de calidad y crecen pensando que no está mal alimentarse así, a mí me ocurrió.
No hay más culpable que la industria de la alimentación y el desconocimiento de nuestros padres que fueron manipulados por anuncios engañosos.