Has dado el paso y has decidido cuidar tu alimentación para reducir porcentaje grasa corporal.
El queso está presente en la alimentación habitual de muchas personas que a veces sienten cierta adicción, la dietista-nutricionista Paloma Quintana explica que:
«El queso, por esto y por su composición alta en grasa, en combinación con harinas refinadas (como en pizzas, snacks salados y similares), produce una hiperpalatabilidad en ese tipo de productos, que puede generar cierta adicción”
El consumo de queso también puede ser un problema para personas con problemas intestinales como hipermeabilidad intestinal.
Otro de los grandes problemas que nos encontramos con el queso son los «quesos» que no son queso.
A pesar de parecer lo y estar en el mismo lineal del supermercado que los quesos no cumplen con la definición legal: «El producto obtenido de leche (total o parcialmente desnatada), de la nata, del suero de mantequilla, o de una mezcla de algunos o todos estos productos»
Si no son queso ¿Qué son?
Almidón modificado, agua, grasa vegetal, lactosuero, queso, sal y colorantes (ordenados como siempre en función de la cantidad presente en el producto).
Para que no nos engañen debemos evitar los productos que no llevan en su etiqueta la palabra queso. Suelen llamarse «para gratinar » «rallado para pizza» etc.
También nos recomiendan revisar las etiquetas de quesos como los tranchetes o los que ya están cortados en cuñas ya que pueden llevar otros ingredientes para su conservación.
Dejando de lado el debate de si los lácteos son necesarios sí el queso es el más adecuado
¿Qué opción es la más adecuada cuándo quieres adelgazar? ¿Curado semicurado o fresco?
Como siempre pasa, el queso más adecuado si quieres adelgazar es el más insípido, el queso fresco.
Queso fresco
El queso fresco a diferencia del resto no requiere de un período de curado.
El porcentaje de agua que contienen es mayor y el porcentaje de grasa, calorías y el de sal es menor.
Siguiendo el orden de los tipos de queso más recomendables cuando buscamos bajar de peso encontramos los quesos tiernos que a diferencia de los quesos frescos sí que requieren de cierto tiempo de curación.
En comparación con los quesos que viene después también nos aporta menos calorías y menos grasas.
Podríamos decir que junto a los quesos frescos son los recomendables a la hora de seguir una alimentación para adelgazar.
Quesos semicurados
Los quesos semicurados suelen acumular 2 o 3 meses de curación.
Se trata de un queso qué tiene más proteínas que los anteriores pero también más grasas más calorías, más sodio y más colesterol.
Quesos curados
En el podium de los quesos con más grasas más calorías más proteínas y más sodio el campeón es el queso curado.
Se trata del queso qué menos conviene cuando buscas adelgazar.
Tiene un contenido menor de agua algo que aumenta la vida útil del queso y la concentración de nutrientes y micronutrientes.
¿Por qué existe esta diferencia de grasas y calorías entre distintos tipos de queso en función a su curación?
Lo que diferencia a los quesos que podemos tomar si queremos adelgazar son sus calorías y su grasa.
Se resume en algo tan sencillo como que los quesos más curados necesitan mayor cantidad de leche.
Bonus track
Fuera de concurso se encuentran los Frankenstein de los lácteos, el «equivalente a los palitos de cangrejo», estamos hablando de los quesitos en porciones.
Una marca como la vaca que ríe según vemos en Open food facts contiene: agua quesos (posiblemente de distintos tipos) mantequilla, leche desnatada en polvo sales de fundido: polifosfatos, concentrado de minerales de la leche, concentrado láctico lechero y sal.
Tipos de queso más adecuados cuando se quiere adelgazar.
Algunos de los quesos más adecuados cuando se quiere adelgazar son:
Queso fresco
El queso fresco es una elección muy positiva puesto que debido al proceso de elaboración (no tiene maduración ni refinado) mantiene buena parte del suero, rico en agua y proteínas.
Queso de Burgos
El queso de Burgos es un queso blando, blanco y acuoso que originalmente se realizaba a partir de leche de oveja pero que actualmente se elabora a partir de leche de vaca o una mezcla de ambas.
En la creación de éste tipo de queso parece que influyeron las frías temperaturas de Burgos que permitían que el queso se conservase sin ser curado.
Queso feta
La característica principal del queso feta es que se cura en salmuera. Se elabora principalmente con leche de oveja aunque hoy en día también se prepara a partir de queso de vaca.
No es de las opciones más adecuadas si buscamos bajar de peso.
Como curiosidad, comentar que feta significa porción pequeña en griego.
Queso quark
El queso quark es un queso batido de origen germánico elaborado a partir de queso de vaca. Debido a las bacterias acidolácticas que contiene favorecen nuestra flora intestinal.
Al comprarlo debemos revisar la etiqueta puesto que en algunas ocasiones se añade nata, algo que puede disparar el contenido graso y calórico del queso quark.
Queso Ricotta
El queso ricotta también conocido como requesón se obtiene del segundo procesamiento del suero lácteo.
Durante el procesado del suero ya no contiene caseína por lo que no se trata de un queso consistente.
En algunas ocasiones se le añade leche con posterioridad para recuperar parte de la consistencia, proceso que puede incrementar el contenido calórico.
Al igual que otros quesos poco curados el tiempo para su consumo es muy corto por lo que a veces se le añade sal, se le aplica un ahumado o se hornea para alargar la vida útil y creando distintas variedades.
Mozzarella.
La mozzarella es un queso alto en proteínas, calcio, vitamina A también contiene ácidos grasos saturados (un 65% del total de grasas) y sodio.
Las variedades a partir de leche de búfala suelen contener más grasas que las que se elaboran a partir de leche de vaca.
También influirá en sus valores nutricionales el proceso de elaboración que se haya seguido.
De todos los quesos recomendados es posiblemente el más calórico por lo que deberemos adaptar su consumo a nuestras necesidades.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Permeabilidad_intestinal
https://elpais.com/elpais/2018/01/05/buenavida/1515143969_441372.html