¿Te has dado cuenta de que los tomates del supermercado no saben a nada?
No sé si será por mi trabajo como entrenador personal pero tiendo a analizar minuciosamente la comida y no me refiero sólo a los valores nutricionales.
Si has tenido la oportunidad de probar tomates plantados en una huerta privada habrás descubierto que ¡los tienen sabores y olores!
Un grupo de investigadores realizaron un estudio para descubrir los motivos por los que existe esta diferencia entre unos y otros.
Hicieron un análisis de la composición química y la estructura genética de 398 tipos de tomate para ver cuáles son los componentes encargados de perfilar los matices del sabor en los de producción no industrial que aún mantienen el sabor real.
Los encargados del estudio vieron que son 13 los componentes químicos y qué parte de la genética son los que se encargan de dar sabor.
El doctor Antonio Granell que participó en el estudio como miembro del CSIC recogía en una entrevista
“Los compuestos ácidos y los glúcidos del tomate ponen en marcha los receptores encargados del sabor, mientras que los volátiles, provocan a los olfativos” todo lo que percibimos a través de los sentidos acaba influyendo en las sensaciones que se generan al comer un alimento.
Una vez detectados cuales son los compuestos diferentes, se ha proyectado un plan para mejorar los tomates comercializados en los grandes supermercados para conservar el color y el tamaño.
El doctor Granell señalaba que “no es sólo la parte genética. Se utilizan algunos métodos agrícolas que también perjudican el sabor original como la cantidad de agua o el abono que se utiliza. El tamaño del tomate aumenta en detrimento de su sabor”.
Las semillas de los tomates con el sabor original están disponibles, pero como resultan más perecederos que las nuevas variedades muchos productores optan por no cultivarlas.
Algunos tipos de tomate
Cherry: Son los de pequeño tamaño, suelen venderlos dentro de una caja de plástico.
Corazón de buey: Son de gran tamaño y piel fina.
Espalda verde: No madura de forma uniforme por lo que conserva una parte verde hasta el final.
Rosa de Barbastro: Es una variedad que proviene del pueblo de Barbastro en Huesca, al tener una producción relativamente baja su precio es alto.
Raf: Al igual que los anteriores pueden llegar a tener un precio elevado. En el programa espejo público se emitió un reportaje sobre un supuesto engaño con este tipo de tomates.
Redondo: Es una de las variedades de larga duración en contra de su sabor. También se vende con rama.
Ramallet: Variedad de la que presumimos en Mallorca. Es muy resistente a situaciones de poca lluvia y de pocos nutrientes (4 de sus variedades están entre las 40 más resistentes)
Características de los tomates
Los tomates pese a que los incluimos en la categoría de los vegetales técnicamente son fruta.
Como entrenador personal me he encontrado que había gente que tenía miedo de comer tomates porque habían oído la «leyenda urbana» de que engordan.
Basta ver que el 95% de su composición es agua para darse cuenta de que su densidad calórica no es muy elevada (22 calorías por 123 gramos aproximadamente).
El otro 5% son carbohidratos y fibra (87% insoluble).
¿Por qué recomiendo el consumo de tomates como entrenador personal?
Nos aportan muchas vitaminas y minerales:
- Vitamina C necesaria para la biosíntesis del colágeno que como sabemos es un antioxidante importante. También es posible que limite los daños producidos por los radicales libres y ejerce una función esencial en la función inmune.
- Potasio, un mineral asociado con menor riesgo de sufrir infarto y control de la presión sanguínea.
- Vitamina K, muy importante para la salud ósea .
Aunque depende de las variedades también nos pueden aportar licopeno, beta-caroteno y naringenina.
Como vemos, los tomates nos pueden aportar muchos nutrientes beneficiosos para la salud y junto al pimiento, la cebolla y el aceite de oliva virgen extra (AOVE) componen uno de mi platos favoritos de la gastronomía mallorquina. El trampó.