Hace un tiempo nuestra amiga Golden Grinch compartió una carta con nosotros que llenó nuestro corazoncito y como creemos que transmite qué es Fatbusters la queremos compartir contigo:
Queridos MiguelyVenancio: Hoy hace un año de mi primer entreno en Fatbusters.
Aquella mañana del 17 de agosto llegué muerta de miedo y con la idea de estar sólo un mes pero donde inicialmente se abrió la puerta de un centro de entrenamiento, finalmente ha terminado convirtiéndose en mi segunda casa y, de momento, no me apetece hacer ninguna mudanza 😉
Me gusta pensar que hemos dado una vuelta alrededor del Sol. En un año hemos hecho parada y paseo por todas las estaciones: hemos pasado por todas las festividades, ha habido días mejores y días inmejorables.
Lo más importante es que no he querido faltar A NINGUNO de mis entrenos y eso, queridos, tiene mucho mérito por vuestra parte pues significa que Fatbusters funciona muy pero que muy bien.
Sin duda soy una persona muy diferente a la que entró por la puerta hace un año y no me refiero tan sólo a los casi 30 kilos que he dejado por el camino sino a todo lo que he recuperado a nivel personal, pues llegué en un momento algo delicado.
He perdido mucho peso y he recuperado de nuevo muchísimas cosas que una báscula no sabría medir.
Si echo la vista atrás, son muchas las anécdotas que traduzco en aprendizajes (perdón por el defecto profesional) y que quiero compartir con vosotros:
¿Qué he aprendido durante este paseo alrededor del Sol?
. Que el día que entré por primera vez al gimnasio tenía cintura de abejorro.
. Que yo ya sabía hacer sentadillas pero como Lina Morgan.
. Que mi estado físico era deplorable.
. Que mi cuello era como el de un muñeco de nieve.
. Que yo no soy bajita, soy «recortaíta»
. Que se puede entrenar perfectamente escuchando «Mi gran noche» de Raphael.
. Que hay un comodín llamado «Cheat Meal» con caducidad de 2 horas, salvo que éste sea grupal y entonces se convierte en una especie de «Cheat Meal Deluxe».
. Que tras la puerta de Fatbusters se abre una nueva dimensión donde todo es genial y los problemas quedan fuera.
. Que «MiguelyVenancio» es un binomio perfecto.
. Que Miguel es un bombón que acojona con la mirada y, sin mascarilla, todavía más.
. Que Venancio en el fondo no es tan villano y, con mascarilla, sonríe con la mirada.
. Que para que Venancio sea villano Premium hay que abanicarle. Él funciona así.
. Que la pantalla de televisión no es táctil.
. Que Fatbusters es un gimnasio inclusivo por dejar entrenar a mujeres rubias (y por eso la pantalla debería ser táctil)
. Que un mechón rubio puede desbaratar toda una sesión de entreno.
. Que no estoy más delgada sino que estoy reconstruída (y siento que estoy pasando la inspección técnica de edificios antiguos).
. Que contar hasta 15 repeticiones es una proeza digna del mismísimo Pitágoras.
. Que Grupo Trui Mallorca no puede más que admitir que Miguel es el mejor organizador de eventos con diferencia.
. Que Venancio ha recibido más fotos que las que nunca llegará a publicar Vanity Fair.
. Que Miguel tiene un don sobrenatural para captar que el peso en un ejercicio es demasiado bajo para después subirlo sin piedad.
. Que la guerra de Troya fue un berrinche de patio de colegio si le dices a Venancio que su ejercicio ha sido fácil.
. Que poco se habla de Santa Tanita y que merece su sitio en el santoral.
. Que un puré de zanahorias y cebolla puede ser un arma de destrucción masiva y la Tanita lo sabe.
. Que los circuitos los carga el diablo.
. Que entrenar y reír a carcajadas es posible.
. Que si me cuentan hace más de un año que no iba a faltar a ningún entreno, tampoco hubiera podido parar de reír a carcajadas.
Juntos hemos dado una vuelta al Sol en un gimnasio de cinco estrellas y ha sido un paseo increíble.
Estos 365 días «VenancioyMiguel» ha sido mi orgullosa insignia allá donde voy porque desde que entré en Fatbusters estáis siempre presentes en mi día a día y sois importantes para mí.
¡Con o sin Garmin, por muchos paseos más junto a vosotros! ¡Hasta el próximo entreno! «Un besito, ciao ciaooo…» 😉
Golden Grinch.
